Evaluación de impactos a la salud del manglar en el municipio Guamá, Santiago de Cuba, Cuba

Evaluation of impacts to mangrove health in the Guamá municipality, Santiago de Cuba, Cuba

Yanet Cruz Portorreal1* y Ofelia Pérez Montero1

1 Universidad de Oriente. Centro de Estudios Multidisciplinarios de Zonas Costeras. ofelia@ou.edu.cu

* Autor de correspondencia. yanetc@ou.edu.cu

Resumen

El objetivo del presente artículo fue caracterizar el estado de salud de los manglares en el municipio Guamá, Santiago de Cuba, Cuba. Se evaluaron aspectos fisonómicos del bosque y su índice de salud. Se realizaron 78 entrevistas a personas en los asentamientos próximos a las áreas estudiadas para evaluar el conocimiento y comportamiento comunitario sobre los manglares. Se identificaron 14 tensores ambientales entre los cuales se documenta por primera vez en los estudios cubanos la sedimentación o acreción de sedimentos además de la construcción de viales, el avance de la frontera agrícola, la ganadería, la extracción de madera y la tala furtiva. Se concluye que, en los nueve manglares estudiados, la salud varió de muy alta a baja de acuerdo con el número de tensores ambientales en cada uno de ellos. De los tensores ambientales en la zona, 85% son de origen antrópico, específicamente relacionado con el desarrollo socioeconómico y 15% relacionado con eventos naturales. De manera general, la salud del ecosistema en el municipio Guamá es baja, a pesar de lo cual mantienen sus servicios ambientales.

Palabras clave: fisonomía del bosque, entrevistas, salud del ecosistema, sedimentación, tensores ambientales.

Abstract

The aim of this study was to characterize the health status of mangroves in the Guamá municipality in Santiago de Cuba, Cuba. The methodology included the evaluation of the physiognomic aspects of the forest and its health index. Seventy-eight interviews were conducted with people of settlements neighboring the areas studied in order to assess the knowledge and community behavior regarding the mangroves. Fourteen environmental stressors were identified, among which are reported for the first time in Cuban studies, the sedimentation or accretion of sediments, as well as road construction, the advance of the agricultural frontier, cattle ranching, timber extraction and illegal logging. It is concluded that the health of the nine mangroves studied ranged from very high to low, according to the number of environmental stressors in each one. A total of 85% of environmental stressors in the area are of human origin, specifically related to socioeconomic development, while 15% are related to natural events. Finally, ecosystem health in the Guamá municipality is low, in spite of which they still maintain their environmental services.

Key words: physionomy of the forest, interviews, ecosystem health, sedimentation, environmental stresses.

Introducción

El cambio climático es inequívoco y afectará inevitablemente a los países insulares (Intergovernmental Panel on Climate Change [IPCC], 2013). Cuba recibirá los efectos de la elevación del nivel del mar y la pérdida de importantes hábitats para algunas de sus especies marinas y terrestres (Álvarez y Mercadet, 2011). El impacto de los fenómenos meteorológicos extremos es uno de los efectos que se prevén sobre los asentamientos humanos costeros con los cambios climáticos (IPCC, 2013). En este contexto, el cuidado y conservación de los manglares reviste vital importancia para la sostenibilidad de los municipios costeros. Ellos son una importante barrera natural de protección para la población costera y un excelente espacio de reproducción de las especies marinas. Sin embargo, la pérdida de estos ecosistemas es acelerada debido a la explotación e uso irracional de los espacios y recursos costeros (Duke et al., 2007).

Los manglares en el archipiélago cubano son considerados como humedales costeros de elevada fragilidad y relevancia especial. Representan 5,1% de la superficie del país (Guzmán, Menéndez y Rodríguez, 2011), con desigual distribución y extensión entre las cuencas de las vertientes norte y sur del archipiélago. Particularmente en la región suroriental de Cuba, donde las condiciones hidroclimáticas se caracterizan por un marcado estrés hídrico durante todo el año, las extensiones de los manglares son menores que hacia el occidente y centro del país (Menéndez y Priego-Santander, 1994).

De manera general las investigaciones sobre los manglares en Cuba han estado dirigidos hacia el estudio del funcionamiento y estructura de los ecosistemas. Menéndez y Guzmán (2006) publicaron una compilación de los estudios más importantes en los manglares cubanos hasta ese momento, 80% de ellos sobre áreas protegidas de la región occidental del país y sin estudios publicados en la región suroriental. Guzmán et al. (2011), elaboraron e implementaron una metodología para evaluar el estado de salud de los ecosistemas de manglar dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Cuba, específicamente en los manglares del municipio Guamá,1 en la provincia Santiago de Cuba, para realizar propuestas de Manejo Integrado de Zonas Costeras.

La provincia Santiago de Cuba cuenta con dos municipios costeros con un total de 281,8 km de litoral y aproximadamente 437 ha de manglar, distribuidas a lo largo de la costa en forma de parches. En el municipio Santiago de Cuba resultan interesantes los estudios de García (2006) en el Humedal de San Miguel de Paradas, pues realizó estudios de la resiliencia de los manglares asociados desde la perspectiva del Manejo Integrado de Zonas Costeras (MIZC). En la Reserva de Biosfera Baconao se caracterizó de forma exhaustiva la composición y funcionamiento de dichos ecosistemas y las condiciones socioeconómicas de la zona González (2011), que constituyó la línea base para la propuesta de acciones de MIZC incluidas en el programa de manejo de la reserva.

El municipio Guamá cuenta con 151.6 km de costa y presenta extensiones considerables de mangle, pero sólo se ha estudiado su importancia como refugio para aves migratorias. Melián-Hernández, Abad-Salazar y Ayarde (1994) registraron 69 especies pertenecientes a 16 familias, de las cuales 47 especies son consideradas por Garrido y Kirkconnell (2011) como residentes permanentes invernales y transeúntes, y tres, como raras transeúntes en Cuba. Beyris (2003) y Prada (2007) comentan que la explotación de sus recursos y los cambios de uso del suelo han reducido el área espacial que ocupaban anteriormente, sin referir la cifra de la cobertura perdida.

El presente trabajo tiene como objetivo caracterizar el estado de salud de los manglares en el municipio Guamá, de la provincia de Santiago de Cuba y los conflictos de uso que se generan en el mismo, lo cual incide en el incremento de la vulnerabilidad de los asentamientos costeros y de los parches de manglar como recurso.

Materiales y métodos

El municipio Guamá está ubicado al suroeste de la provincia de Santiago de Cuba, en la vertiente Sur del macizo montañoso Sierra Maestra; ocupa una larga y estrecha faja que se extiende de Este a Oeste a través de 104 km y ocupa un área de 949,69 km2. La zona costera de este municipio constituye una delgada franja limitada por la cordillera de la Sierra Maestra, con acantilados y playas cortas bordeadas por montañas y una plataforma insular muy estrecha. Los ríos se caracterizan por un cauce corto y una pendiente abrupta, por lo que las crecidas resultan en gran cantidad de sedimentos de diferentes granulometrías. Se encuentran gran variedad de tipos de suelos, pero en la zona costera predominan los suelos fercialíticos pardos rojizos, mayormente fértiles y en menor proporción los de rendzina asociados a las llanuras cársicas y a los valles amplios de los ríos (Planificación Física, 2004).

Respecto a la vegetación, se caracteriza por la presencia de matorral xeromorfo costero y subcostero donde se encuentran uverales, alguna vegetación de costa rocosa y arenosa, parches de manglar y cactáceas arbóreas (Reyes, 2006).

Para la caracterización y el diagnóstico de los manglares se realizó una revisión sobre el estado del conocimiento de este ecosistema en la provincia Santiago de Cuba. Se consideró como manglar la vegetación arbórea y arbustiva de la zona de mareas que pueden crecer en diferentes salinidades y que alcanzan su máximo desarrollo en condiciones salobres (Agraz et al., 2007).

Para evaluar el estado de salud del manglar se siguieron los criterios de (Guzmán et al., 2011) y se tomaron en consideración los aspectos siguientes: altura del manglar, follaje, regeneración, presencia de ataque de insectos u otros organismos, tipo de sustrato sobre el que se desarrolla y su profundidad, salinidad del agua, talla que pueden alcanzar los propágulos de Rhizophora mangle (rojo), tipo de inundación del manglar, altura que alcanzan los neumatóforos de Avicennia germinans (mangle prieto), y cobertura del dosel en porcentaje.

Para evaluar el follaje, la regeneración de individuos de mangle y los ataques de fitófagos se utilizó la siguiente escala: escaso o nulo, poco abundante, medianamente abundante, abundante y muy abundante.

El término tensor, según Seyle (citado por Guzmán et al., 2011), representa cualquier factor o situación que obliga a un sistema a movilizar sus recursos y gastar más energía para mantener la homeostasis o equilibrio dinámico; de acuerdo con estos autores, una tensión no es más que la respuesta del sistema al tensor. El índice de salud se determinó a partir del cociente obtenido entre el número de tensores identificados en cada parche de manglar sobre el total de tensores de la nación (24), el resultado del cociente se le restó a 1 y se multiplicó por 100 para expresarlo en números enteros. A partir del índice obtenido se define cada grado de salud del manglar, de acuerdo con la siguiente escala: muy alta (de 100 a 71), alta (de 70 a 67), media (de 66 a 62), baja (de 61 a 42) y muy baja (41 o menos), considerándose como:


1 El archipiélago cubano se encuentra ubicado en el mar caribe limita al norte con el Estrecho de Florida, al este con el Paso de los Vientos, al sur con el mar Caribe y el oeste con el golfo de México. Posee una superficie de 110 860 kilómetros cuadrados. Política y administrativamente está dividida en 15 provincias y 168 municipios.

2 Según el Decreto-Ley 212, para la gestión de costas en Cuba en su Artículo 5.1 “la zona de protección es el espacio terrestre y marítimo aledaño a la zona costera que amortigua los efectos negativos de las acciones antrópicas” y cuyos límites en el caso de los manglares debe tener una anchura mínima de 40 metros a partir del límite del borde externo del bosque.

doi:10.21829/myb.2017.2311517